lunes, 21 de mayo de 2007

Dardo Cabo, una semblanza política




El cóndor andino es el ave voladora más grande del mundo. Aunque se le considera un buitre, no tienen parentesco con ellos; sus parientes más cercanos son las cigüeñas. El cóndor andino aparece representado en el escudo de las repúblicas de Bolivia- junto con la Llama, Chile -junto al Huemul-, Colombia y Ecuador. También ha sido inspiración para adornar monedas de diferentes naciones sudamericanas.
El Cóndor, Wikipedia
Familia de peronistas

Dardo Manuel Cabo nació el 1 de enero de 1941. Armando Cabo, su padre, era hijo de españoles y había nacido en Cuba en 1919 para llegar a la Argentina a los cuatro años de edad. Su familia se radicó en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, donde el trabajó en la fundición Istilart, famosa por fabricar las cocinas de hierro apodadas “Económicas”. Armando participó de la organización de la marcha de 17 de Octubre de 1945, fecha emblemática y mítica que, de alguna manera, marca el inicio del peronismo.

En julio de 1946 fue elegido secretario general de la seccional de la Unión Obrera Metalúrgica en Tres Arroyos y dos años después se trasladó en forma definitiva a la Capital federal con su familia. De 1948 a 1952 fue tesorero de la CGT y hasta la muerte de Evita, su colaborador de confianza. Después del golpe militar que el 16 de Septiembre de 1955 derrocó a Perón, Armando Cabo estuvo encarcelado en un buque cárcel. Posteriormente fue uno de los militantes más heroicos de la llamada Resistencia Peronista.Hombre cercano al Lobo Agusto Timoteo Vandor, Armando recibió en 1968 la orden de Perón de reorganizar el sindicalismo argentino y se desvinculó de la UOM. En 1975 fue uno de los fundadores del Partido Auténtico, una creación de Motoneros. Falleció en 1996, a los ochenta años. Fue el único dirigente sindical –además de José Ignacio Rucci– cuyo restos se velaron en la sede de la CGT.

De Tacuara al Movimiento Nueva Argentina

Dardo Cabo empezó su militancia política en el Movimiento Nacionalista Tacuara. Su origen y apellido, rápidamente lo convirtieron en referente de las Brigadas Sindicales de Tacuara y muchas veces hizo de nexo con la Resistencia Peronista. En 1961, mientras los rusos ponían a Yuri Gagarin en el espacio y Estados Unidos intentaba invadir Cuba por Bahía de Cochinos, dejó Tacuara y creó el Movimiento Nueva Argentina, organización de extracción peronista con fuertes vínculos sindicales.

El lanzamiento oficial del nuevo grupo fue el 9 de junio de 1961, en conmemoración del levantamiento del general Juan José Valle cinco años antes. Los fundadores del MNA que llenaron las primeras fichas de afiliación fueron siete: Dardo Cabo, Edmundo Calabró, Rodolfo Pfaffendorf, Américo Rial, Andrés Castillo, López Vargas y Antonio Arroyo. Este último, ex militante de la Alianza Libertadora Nacionalista, había viajado en 1959 a Tucumán para unirse a la guerrilla de los Uturuncos. No habiéndolo logrado, falleció dos años después de la creación del MNA, a consecuencia de una enfermedad contraída en los montes norteños.

En los días siguientes se sumaron Antonio Valiño, Salvador Pinacchio, Miguel Ángel Titi Castrofini, Rodolfo Verona, Emilio Abras, Jorge Money, Rodolfo Brieva, Horacio Carril, Ignacio González Janzen, Eduardo Petigiani, Carlos Varese, Mario Granero. Algunos habían militado en la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios, otros en Tacuara y la Guardia Restauradora Nacionalista. En ocasiones, algunos integrantes del MNA –fundamentalmente Dardo Cabo– se unían a otros integrantes de diversos grupos de la JP y realizaban acciones armadas que firmaban como Comando Revolucionario de la Juventud Peronista. Sus miembros se reunían en el Sindicato del Vestido, que conducía José Alonso.

Américo Rial describe la situación de aquellos años: “El peronismo era un grupo reprimido que, como reacción, se inclinó por la acción directa. Veníamos de fusilamientos y persecuciones, y clamábamos venganza. Lo que sentíamos, quizá equivocadamente, era que había que pagarle al enemigo con la misma moneda. Hoy, a la luz de la realidad política actual, es muy difícil entenderlo. Pero dentro de todas las deformaciones que hubo, tanto de derecha como de izquierda, existe un origen represivo por parte del Estado.”


1966: Operativo Cóndor


Alrededor de las seis de la mañana del miércoles 28 de septiembre, dieciocho jóvenes argentinos tomaron el control del vuelo 648 de Aerolíneas Argentinas, un avió Douglas DC-4 que trasportaba treinta y cinco pasajeros y que la noche anterior había despegado del aeroparque Jorge Newberry hacia Río Gallegos. El jefe del comando era Dardo Cabo, que usaba el alias de “Lito”, tenía en ese momento veinticinco años y se definía como periodista y afiliado a la Unión Obrera Metalúrgica. Lo secundaba Alejandro Giovenco, de veintiún años. La periodista y dramaturga María Cristina Verrier, de veintisiete años, era la tercera al mando del grupo. Su padre, César Verrier, había sido juez de la Suprema Corte de Justicia y funcionario del gobierno de Arturo Frondizi. Uno de sus tíos, Roberto Verrier, había sido ministro de Economía durante tres meses en 1957, durante la "revolución libertadora".

Los otros integrantes del Comando Cóndor eran: Andrés Castillo, de 23 años; Ricardo Ahe, de 20 años de edad, empleado; Norberto Karasiewicz, 20 años, metalúrgico; Aldo Omar Ramírez, 18 años, estudiante; Juan Carlos Bovo, 21 años, metalúrgico; Pedro Tursi, 29 años, empleado; Ramón Sánchez, 20 años, obrero; Juan Carlos Rodríguez, 31 años, empleado; Luis Caprara, 20 años, estudiante; Edelmiro Jesús Ramón Navarro, 27 años, empleado; Fernando José Aguirre, 20 años, empleado; Fernando Lisardo, 20 años, empleado; Pedro Bernardini, 28 años, metalúrgico; Edgardo Salcedo, 24 años, estudiante; y Víctor Chazarreta, 32 años, metalúrgico.

La edad promedio del grupo era de veintidós años. Todos eran peronistas. Hacía tres meses que el general Juan Carlos Onganía estaba en el poder. Noventa días antes, un pelotón de la Guardia de Infantería de la Policía Federal había desalojado de la Casa Rosada al presidente Arturo Umberto Íllia de la Unión Cívica Radical del Pueblo, quien había llegado al gobierno con poco más del 20 por ciento de los votos y con el peronismo proscrito.

Esa mañana del 28 de septiembre, el general Onganía se preparaba para jugar un partido de polo con Felipe de Edimburgo, el príncipe consorte inglés, quien se hallaba de visita en Buenos Aires. El radioaficionado Anthony Hardy fue el primero en divulgar la noticia del secuestro. El avión aterrizó a las 8:42 en la pista de un hipódromo. Habían transcurrido 133 años desde la última presencia oficial argentina en las Islas Malvinas. Los muchachos descendieron del avión y desplegaron siete banderas argentinas.

El historiado Roberto Bardini cuenta el operativo de esta manera en su artículo El vuelo de los cóndores del 2003: “El Operativo Cóndor tenía previsto tomar la residencia del gobernador británico y ocupar el arsenal de la isla, mientras se divulgaba una proclama radial que debería ser escuchada en Argentina. El objetivo no se pudo cumplir porque el avión, de 35 mil kilos, se enterró en la pista de carreras y quedó muy alejado de la casa de sir Cosmo Haskard. La nave, además, fue rodeada por varias camionetas y más de cien isleños, entre soldados, milicianos de la Fuerza de Defensa y nativos armados.Bajo la persistente lluvia y encandilados por potentes reflectores, los comandos bautizaron el lugar como Aeropuerto Antonio Rivero. El sacerdote católico de la isla, Rodolfo Roel, intermedió para que los restantes pasajeros -entre los que se encontraba Héctor Ricardo García, director del diario Crónica y de la revista Así- se alojaran en casas de kelpers, mientras los "cóndores" permanecían en el avión. Al anochecer, Dardo Cabo le solicitó al padre Roel que celebrara una misa en la nave y después los 18 jóvenes cantaron el Himno Nacional. Al día siguiente, luego de formarse frente a un mástil con una bandera argentina y entonar nuevamente el himno, el grupo entregó las armas al comandante Fernández García, única autoridad que reconocieron. Los muchachos fueron detenidos bajo una fuerte custodia inglesa durante 48 horas en la parroquia católica.”

Dardo Cabo, Alejandro Giovenco y Juan Carlos Rodríguez permanecieron tres años en prisión debido a sus antecedentes político-policiales como militantes de la Juventud Peronista. María Cristina Verrier conoció a Cabo en una entrevista que ella le hizo en el ´66 para la revista Panorama. Mientras él estaba cumpliendo su condena, se casaron en la cárcel. Cuando fue liberado, Cabo se convirtió en jefe de la organización Descamisados, que luego se fusionaría con Montoneros.


1969: Operación Judas


Al parecer, las primeras reuniones se llevaron a cabo en la sede de la CGT de los Argentinos en Paseo Colón 731. El planificador fue Rodolfo Walsh, cuyos nombres de guerra eran Profesor Neurus o Esteban y las armas las consiguieron Caride y Mendizábal. Dardo Cabo trazó los planos de la sede de la UOM, en La Rioja 1945, ya que había sido guardaespaldas de Vandor y conocía perfectamente el edificio. El nombre operativo que se adoptó para operar fue Ejercito Nacional Revolucionario, que en 1972 terminaría por fusionarse con OPM Montoneros. Dardo Cabo formó parte de las redacciones de las revistas Extra y Semana Gráfica. Luego, llegó a dirigir a revista El Descamisado.

En el número 41 de ésta, aparecido el 26 de febrero de 1974, se puede leer un relato de los hechos. La nota se titulaba: “Quienes y cómo mataron a Vandor”. En ese texto se contaba como el comando había ingresado a punta de pistola en la sede de la UOM, había reducido al personal y había ultimado con varios disparos al dirigente gremial para después colocar una bomba hecha con trotil. Por otra parte, el Ejército Nacional Revolucionario redactó un comunicado titulado: “Declaración del ENR (Ejército Nacional Revolucionario) con motivo del asesinato de Augusto Timoteo Vandor el 30 de junio de 1969” fechado en Buenos Aires, el 7 de febrero de 1971. El comunicado empieza así: “Al pueblo de la Patria: Siendo las 11.36 hs. del 30 de junio de 1969, el Comando "Héroe de la Resistencia Domingo Blajaquis" del Ejército Nacional Revolucionario que ocupó el local de la UOM, sito en la calle La Rioja 1945, cumpliendo el "Operativo Judas", procedió al ajusticiamiento del traidor Augusto Timoteo Vandor, complementando la acción con la voladura parcial del edificio para no afectar fincas vecinas. Este objetivo fue dispuesto en razón de los cargos comprobados que se detallan a continuación.”

Lo que sigue es una lista de veintisiete puntos entre los cuales se puede leer “Por ser un elemento vinculado a la CIA, tal como lo denunciara oportunamente el General Perón” (número 12), “Por su enfrentamiento con las 62 de Pie junto a Perón a las que acusó de trotskystas el 29 de marzo de 1966” (número 17) y “Por haber preparado la entrega del Movimiento Sindical al Régimen, gestión que desempeñaba activamente, traicionando el paro del 1ro de julio de 1969, hasta las 11.38 del 30 de junio de 1969, momento de su ajusticiamiento” (número 27) Más abajo se leía: “Los traidores al movimiento obrero son doblemente Judas, traicionan al Movimiento Nacional Peronista y traicionan a la propia clase obrera de la que surgen. Está resuelto -y así se hace- que sean los primeros en caer bajo el puño de hierro de la Justicia del Pueblo, los traidores al movimiento obrero son la principal quinta columna enemiga dentro de las filas del proletariado nacional.”


El final

Dardo Cabo fue asesinado el 6 de enero de 1977 junto a Roberto Rufino Pirles durante la dictadura militar tras haber sido detenido y encarcelado. Roberto Bardini escribe en su artículo: “Recordando a Dardo Cabo: dos cartas y un brindis”: “Lo mataron cuando estaba preso por cuarta o quinta vez en su larga y agitada militancia peronista. Fue fusilado junto con Roberto Rufino Pirles por la dictadura militar en un "traslado" desde la Unidad Penitenciaría Nº 9 de la ciudad de La Plata.” Acababa de cumplir treinta y ocho años y, como recuerda el mismo Bardini, “había estado preso, prófugo o clandestino prácticamente la mitad de su vida”.

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